Como a una niña que le prohibieron comer dulce en su cumpleaños, así me siento.
Con el pasar del tiempo he descubierto que una de las cosas con la que se tiene que luchar a diario, si usted es como yo y se deja llevar por lo que siente el 90% del tiempo, es la tentación.
Tentación de comer un dulce de más, tentación de no ir a trabajar porque el sueño es mas grande, tentación de salirse de clase y claro, también tentación de comerse al tipo que no debería pero que usted sabe que le encantaría.
Desde que tengo conciencia mi debilidad por los tipos perspicaces, de sonrisas amplias, seguridad infinita, de los que se meten en tu cabeza cuando menos lo esperas, que no se dan en una bandeja de plata rogando por tu amor infinito en un primer momento si no que esperan, avanzan 2 y se devuelven 1.
Lamentablemente esta lista de cosas que encantan no las he podido encontrar en gran medida en hombres con la "edad correcta" para salir conmigo, si no que me ha tocado mirar desde lejos a esos mas "grandecitos" imaginando que algún día todo iba a fluir y viviría este amazing affair que siempre ha rondado en mi cabeza.
Nunca se me había dado la oportunidad de compartir e interactuar mas a fondo con alguno de estos especímenes hasta que encontré uno tan accesible, tan cerca, tan extrañamente familiar que la pena o maricada que a veces me da no tiene lugar y se siente super refreshing para cambiar, eventualmente tanto tire y afloje me pide mi número, pocos días después se ofrece a llevarme a mi casa y en el momento que BOOM acepto la atracción infinita mi eficiente cerebro tenía una lista aun mas larga llena de razones por las cuales el dar pie para que llegue a pasar algo es un error. No necesariamente para mi o para el, si no el como me complicaría la vida al tratar de ocultar una realidad que se ve pretty damn good comparada a las anteriores, una realidad mas madura, pun intended.
Y empieza esta pelea interior diciéndome que es mejor dejarlo quieto y que ya llegará el momento en el que sea correcto...pero muy a mi manera de ser en el momento que veo una oportunidad de hablar un rato, de simplemente pasar y ver como sus ojos no me dejan de seguir cada movimiento que haga, el dejarlo sin habla con mis apuntes hacen que me sienta con una seguridad y fortaleza que me vienen bien y por eso, porque me hace sentir bien a mi dejaré que la vida siga su curso para ver donde me lleva porque ahora no quiero cambiar nada.
Pero, y usted que haría?
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