La situación no da para menos, ya que he estado últimamente echándole mucha cabeza al asunto casi dos meses al menos, me di cuenta que tener algo por tenerlo simplemente no vale la pena solo nos extasía los sentidos por unos días, semanas, meses o en cierto ocasión por algo más de un año; pero siempre sabe dejar cierto sabor amargo a soledad, a no ser suficiente o a simplemente a pasar a ser una de tantas que la memoria se encargara de borrar.
Siempre he sido partidaria que las cosas no se deben de complicar con títulos o con la monotonía porque estos bien saben cómo echar a perder una relación, pero a lo que no le apuesto ni cinco centavos es a las personas que creen poder repartir besos, abrazos, carisias, tiempo y detalles sin esperar el mas mínimo indicio de cariño, brote de cariño que puede o no crecer pero para eso se necesita tiempo.
Por eso, me parece importante y de hecho lo he puesto en práctica desde esta semana, el empezar a pensar con el corazón y a sentir con la cabeza, porque la verdad es que la carne es débil, MUY débil.
“The spirit is willing but the flush is weak” -AHS
Por eso hay que tener la suficiente fuerza de espíritu, fuerza para saber dónde parar cuando ya uno no está ganando nada y no hay más ganas que las físicas.
Por eso, porque el tiempo pasa muy rápido, porque creo que ya he vivido lo suficiente aquí, porque no vale la pena esperar algo en la tierra donde se celebra lo desgraciados que pueden ser los hombres, digo no más, de verdad no quiero seguir esperando que aparezca ni el hombre maravilloso ni que alguno de los que ya conozco bien recapacite, porque así no es como pasan las cosas en la vida real.
Porque pensando las cosas mejor, tendré la dulce sensación de gritarle al mundo cuando las cosas se pongan a mi favor, no aquí, lejos, donde sea, solo que aquí no.
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