Sabía que el momento eventualmente llegaría, su llegada era esperada, ansiada, temida, especulada y sobre todo imaginada. Y es que al ser tantas veces imaginada, en éste o tal escenario, de tal u otra forma, a la realidad no se le puede aproximar lo más mínimo.
No es, ni será fácil; nunca nada lo es. Pero cuando me compruebo a mi misma que no es sólo la imaginación hablando, si no que un cambio ha ocurrido no queda mas que aceptarlo, interiorizarlo y ya por fin disfrutarlo. Un cambio que viene bien, que me hace sentir mas cómoda en mi propia piel y aceptar el todo que soy para por fin dejar de ponerle tanto misterio a la cosa.
Destino, decisiones, tiempo...como sea me ha traído a éste momento, en el que después de tanto tiempo te sigo escribiendo a vos.
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